Tú ayudas a que todo sea una mierda
¿Cuántas veces has escuchado o dicho cosas como: "la vida es una mierda" o "el mundo está hecho una mierda"? Pues deja que te diga una cosa, y es que la culpa de que esto suceda es tuya. Sí, como lo oyes, tuya. Lógicamente y para los malos receptores no estoy diciendo que todos los males del planeta sean de un solo individuo, sino que focalizo el tema para personificarlo más. Es muy fácil hablar de la sociedad, y de hecho lo haré más adelante. También es facilísimo usar estudios y estadísticas para solidificar argumentos e ideas, cosa que también haré y sin manipular. Está tirado demostrar y hacer creer a la gente lo que quiere oír o lo que cree que es la realidad más aproximada a su conciencia actual, pero lo complicado de verdad es mostrar la realidad vigente que subyace bajo el perpetuo aborregamiento de tu cabeza y de la del resto.
Con lo que te acabo de escribir, quiero que comprendas que cuando se dice que la vida o el mundo es una mierda o que está hecha una mierda, siempre lo escuchas o lo dices de una forma externa, como si no fuese contigo o no tuvieses la culpa, cuando sí la tienes.
Efectivamente el mundo se va a la mierda. La culpa de que esto suceda no es solamente de los políticos, gobernantes, economistas especuladores, empresas multinacionales o grandes fortunas, sino de la sociedad. La sociedad está emponzoñada, idiotizada y sobornada por la sencilla razón de que quiere estarlo, y tú eres partícipe inherente de que eso ocurra.
Cuando te despiden del trabajo por falta de dinero pero tu jefe conduce un coche de 60.000 euros, sabes que esa persona hace que tu mundo parezca una mierda. Cuando tu pareja te es infiel tras años de relación, sabes que esa persona ha hecho que tu vida parezca una mierda. Cuando un familiar es capaz de romper una buena relación contigo por una herencia, sabes que esa persona hace que tu vida sea más amarga y en definitiva, una mierda. Podríamos hablar y ejemplificar desde la niñez, con las burlas, el bullyng, los "matones" que abusan de los que se dejan, etcétera. Las personas somos animales gregarios y el hecho de serlo es lo que más nos perjudica a la hora de disfrutar de la vida. Porque no te engañes, el mundo es fantástico y precioso, y la vida es maravillosa, ya que para eso tenemos sólo una. El que nos enfademos, frustremos, nos pongamos tristes o amarguemos, es única y exclusivamente por la consecuencia de interacciones con otros miembros de la sociedad. Imagina ahora que eres tú quien conduces un coche carísimo mientras otros no tienen nada que comer, o le has sido infiel a la pareja tras años de relación, o que eres quien tras una ambición vil, desmedida e innecesaria rompe un nexo familiar por una herencia o un tema de dinero. Piensa si de pequeño te burlabas de otra persona, que seguramente hacías que su día a día en la escuela fuese una pesadilla, una mierda. Piensa en si hacías bullyng o en si eras uno de esos "matones" de colegio o instituto. Piensa en todo el daño que te ha hecho la sociedad a lo largo de la vida y luego piensa en el daño que has ofrecido tú a cambio. Ese quid pro quo perpetuo y constante que hace que la sociedad sea como es, y por ende, el mundo que legamos a futuras generaciones que continuarán la labor que nosotros dejamos solo tras la muerte.
Y quizás te preguntes, ¿y lo huraños? ¿No viven amargados los que están solos? Vivir solo agria el carácter.
Eso es como casi todo lo que se dice actualmente: una verdad a medias. A lo largo de este escrito verás cómo el mundo está creado de forma que todo se manipula a través de conceptos y definiciones por lo que ganan poder económico, moral y mental contra la mayoría social, que somos nosotros, los idiotas integrales. En este caso pasa lo mismo. El que tiene un carácter agrio o huraño ya lo tenía mucho antes de vivir solo en el campo o estar encerrado en su casa de ciudad. Dejando aparte casos de trastornos mentales (autismo, asperger, etc.), nos olvidamos de que esa persona tuvo niñez, adolescencia y juventud, y que durante su vida tuvo reiteradas interacciones sociales traumáticas que derivaron en su actual actitud hacia la sociedad o el mundo. Famoso es el dicho de: "a cuantas más personas conozco, más quiero a mi perro". Muchas de estas personas suplen la necesidad gregaria de socializar con la compañía de otros animales de distinto tipo, y otros tantos simplemente, viven bien estando solos.
Las personas que están tristes o deprimidas por estar solas son parte de una casuística más concreta. Por ejemplo una persona mayor cuya pareja fallece y no han tenido hijos, se sentirá sola y desamparada por que su forma de vivir se ha visto alterada. Estos casos, lógicamente, no pertenecen al ámbito social, sino al ciclo natural de las cosas.
¿Entonces qué me estás contando? ¿Qué tendríamos que vivir todos solos y no interactuar con nadie? Me preguntarás.
Vuelvo a repetir que somos animales gregarios, y como tal, salvando individuos o casos concretos como los ya mencionados, es algo instintivo y natural. Socializar forma parte intrínseca de nuestra especie y es algo que se genera de forma inalienable en la actitud humana. Que hayamos permitido a unos cuantos idiotas ingeniosos crear una sociedad decadente pero que se niega a verlo, es culpa tuya y mía. Que seamos egoístas con nuestros congéneres, que no profesemos empatía alguna con los demás excepto con quienes nos apetece o interesa o que las relaciones de amistad, sentimentales o familiares sean cada vez más fútiles es causa exclusiva de la naturaleza humana.
¿Te parece demasiado? ¿Crees que soy muy negativo? ¿Te cuesta digerir que tu formas parte del equipo social global que hace que todo esté así de mal? Pues acabamos de empezar el viaje. Agárrate que vienen curvas.
David von Sydow
No hay comentarios:
Publicar un comentario