Pokémon
XY (Historia alternativa)
La
hija de un campeón
Fletchling voló en
dirección a la cama de Azuki dando algunas piruetas en el aire y aterrizó en su
regazo.
—Hola Fletchling —dijo Azuki bostezando— ya es hora del
desayuno.
Azuki se miró al espejo, vio a una chica con el cabello
claro, ojos de color azul, delgada y alta. Bajó a la cocina esquivando algunas
sillas en desorden.
—Estoy limpiando, lo siento —dijo su mamá.
—Saldré un momento.
Azuki no había olvidado lo que sucedió con su padre meses
antes. Caminó por el Sendero Boceto sintiendo la brisa en sus poros, imaginó
una melodía tenue y recordó el último día que pasó con su padre en la región de
Kanto, antes de mudarse a Pueblo Boceto en Kalos.
***
—Papá, yo quiero ser una entrenadora pokémon como tú.
—Azuki, serás mucho más fuerte que yo —su padre hizo una
pausa viendo el cielo de Kanto y prosiguió— serás la campeona de la región.
Cuando regresaron a casa Azuki durmió pensando que su
primer pokémon sería un Charmander. Siempre había querido uno.
Un ruido la despertó, 3:57am marcaba su reloj. Saltó de
la cama y la casa empezó a moverse de forma extraña, estaba temblando. Asomó su
rostro por la ventana y vio a su papá frente a la casa justo con otro hombre.
Tomó su ropa y salió corriendo a la entrada, su mamá la abrazó en la puerta,
tenía los ojos llenos de lágrimas.
—He venido a asesinarte —dijo aquel hombre, tenía una
chamarra de piel negra, jeans azules y ajustados, en la cabeza una gorra negra
y cabello blanco.
—Aléjate de mi familia —dijo el papá de Azuki.
—Tú fuiste alguna vez el campeón de Kanto y ahora líder
de gimnasio, cazaré a todos los campeones y seré el mejor entrenador pokémon.
¡Hora de la batalla! Aggron sal de ahí.
Un Aggron salió de entre la tierra. Esa era la razón de
por qué temblaba, ese pokémon estaba cavando bajo la casa de Azuki.
—Una pelea más contigo amigo mío —dijo en un susurro el
padre de Azuki viendo su pokébola—. ¡Vamos Blastoise, a luchar!
El Blastoise imponente
miró con ojos desafiantes a Aggron.
—Aggron, usa roca afilada contra la casa —dijo aquel
hombre.
— ¡Juega limpio! —gritó el padre de Azuki—. Blastoise
bloquea las rocas afiladas con hidrobomba.
Las rocas fueron destruidas una a una por los cañones de
agua de Blastoise. Azuki se aferró a su madre en un abrazo, las piernas le
temblaban.
—Esto no es una batalla normal, es una batalla a muerte
—dijo aquel sujeto—. Aggron, terremoto.
—Huyan de aquí —dijo el padre de Azuki—, este sujeto está
loco, terminaré con él.
La tierra se movió como las olas del mar llegando a la
superficie. Apenas podían caminar, Azuki no quería dejar atrás a su padre, pero
su madre la jaló con fuerza para huir.
— ¡Papá, prométeme que nos volveremos a ver! —gritó.
Su padre no alcanzó a oírla. En ese momento un pokémon
con resplandores rojos y negros salió entre Blastoise y Aggron. El pokémon
parecía un demonio, los árboles y arbustos próximos se marchitaron; sus alas
envolvieron al Aggron, absorbió su energía vital y lanzó su cuerpo sin vida.
***
Unos pasos sacaron a Azuki del trance, un hombre con bata
blanca estaba mirándola.
—Disculpa, busco el pueblo Boceto, iré a entregar algunos
pokémon iniciales a un par de jóvenes.
Azuki supo que era el momento, sonrió y se puso frente al
hombre con una mirada decidida.
—Quiero uno de esos pokémon.
—Lo siento, pero son para entrenadores asignados, no
puedo darte uno a ti —dijo el hombre de la bata.
—Yo seré la mejor entrenadora del mundo, como lo fue mi
padre.
— ¿Quién fue tu padre? —preguntó asombrado por la fuerte
mirada de la joven.
—Mi padre se llama…
— ¡Profesor Ciprés!, lo hemos estado buscando —dijeron
simultáneamente un chico y una chica que corrían hacia ellos.
— ¡Oh, aquí están! —dijo el profesor Ciprés— he traído
conmigo sus pokémon iniciales, deben escoger uno.
El profesor abrió su maletín donde tenía tres pokébolas,
cada una con un símbolo sobre la parte del botón: una hoja, una gota y una
llama.
Azuki
cogió la pokébola con la llama tomando por sorpresa a todos.
—Mi pokémon será Charmander —dijo orgullosa.
El profesor la miró severamente y trató de arrebatarle la
pokébola.
—Te he dicho que no puedes escoger a ninguno —hizo una
pausa viendo a la chica con su cara refunfuñona— además, ese no es un
Charmander, en Kalos los pokémon iniciales son Chespin, Fennekin y Froakie.
Azuki miró extrañada su pokébola y fingió no haber dicho
nada.
—Mi primer pokémon será Fennekin —dijo alegremente.
—Imposible —contestó el profesor.
—Cállese, este es mi pokémon y reto a una batalla a esos
dos con cara de perdedores, si ellos ganan entonces les devolveré a Fennekin,
pero si yo gano me lo quedaré —dijo Azuki.
—Eso no lo puedo permi…
—Aceptamos el reto —interrumpieron los otros dos muchachos—
los dos pelearemos contra ti.
—Mi nombre es Xana.
—El mío es Kalm.
—No me importa, a pelear —dijo Azuki— Fennekin yo te
elijo. Pelearé contra los dos al mismo tiempo.
—Sal de ahí Chespin —gritó Xana.
—Vayamos a la lucha Froakie —dijo a su vez Kalm.
Los tres pokémon se miraron el uno al otro listos para
atacar.
—Chespin, usa tacleada contra Fennekin.
Chespin lanzó su cuerpo contra el pokémon pero Fennekin
lo esquivó.
—Fennekin, utiliza látigo para Froakie y baja su defensa.
—Froakie usa burbuja —dijo Kalm.
—Fennekin protégete con el árbol de tu derecha y usa
aullido para incrementar tu ataque —ordenó Azuki—, ustedes no hacen más que
atacar, luchar es más que eso, debes saber utilizar tus movimientos secundarios
para darle más poder a tu ataque. Fennekin araña a Froakie ahora que tiene la
defensa baja, luego esquiva a Chespin dando un salto arriba y quémalo con
ascuas.
El pokémon hirió a Froakie con sus garras y dio un salto
para esquivar la tacleada de Chespin, del hocico de Fennekin salió una bola de
fuego que impactó en la cara del otro pokémon. Fennekin ganó la batalla.
—Increíble, no pareces una principiante —felicitó el
profesor Ciprés.
—No lo soy, jamás he tenido un pokémon propio pero mi
padre me entrenó muy duro con los suyos —Azuki regresó a su pokebola a Fennekin
luego de darle un abrazo—, profesor éste es mi pokémon ahora.
—Jamás hice el trato contigo —se quejó el profesor— sin
embargo, creo que mereces a ese pokémon, puedes quedártelo. Y no sólo eso, toma
—el profesor le extendió un pequeño dispositivo parecido a un celular a Azuki—
esto es una pokedex, cada vez que atrapes o veas a un pokémon se registrará su
información, es muy útil. Y para ustedes —refiriéndose a Xana y Kalm— también
hay una.
—Gracias profesor —dijeron los tres al mismo tiempo.
—Una duda Azuki, ¿cómo se llama tu padre? —preguntó el
profesor.
—Su nombre es Green, campeón de la Liga Pokémon de Kanto.
Rubén Caballero Petrova
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